He visto un vídeo y no he podido resistirme a colgarlo aquí y hacer comentarios al respecto. A medida que lo veía iba pensando sobre lo que va a ser mi profesión, es decir, la docencia, y no puedo estar más de acuerdo con lo que el vídeo pretende mostrar (aunque le he dado una perspectiva un poco distinta a la que probablemente tenía en mente la persona que lo creó).
Nosotros podemos y debemos ser esos escultores. Sabemos que cada persona es diferente, cada persona tiene unas necesidades y un contexto, no hay dos personas iguales porque nadie ha vivido las mismas cosas de la misma manera. Nosotros tenemos que averiguar "qué quitar para para poder sacar la obra de arte que hay dentro".
Nosotros podemos y debemos ser esos escultores. Sabemos que cada persona es diferente, cada persona tiene unas necesidades y un contexto, no hay dos personas iguales porque nadie ha vivido las mismas cosas de la misma manera. Nosotros tenemos que averiguar "qué quitar para para poder sacar la obra de arte que hay dentro".
Es decir, aplicándolo al contexto educativo, tenemos que ayudar a nuestros alumnos, tenemos que facilitarles las herramientas que necesitan para sacar a relucir todo su potencial. Todo el mundo tiene un potencial y nosotros podemos contribuir a que sean conscientes de ello. Nosotros enseñamos a los alumnos dónde y cómo pueden encontrar el conocimiento que buscan, les guiamos por su propio aprendizaje, les decimos a qué fuentes pueden acudir, les ayudamos todo lo posible, les motivamos, etc. Y para poder hacer todas esas cosas mejor es importante tener en cuenta su contexto. Cuando conoces a las personas es cuando mejor puedes ayudar, y a veces solo hay que mirar un poco para saber qué necesita cada persona.
Es muy interesante volver a ver el vídeo pero con la idea de que en vez de una pastilla de jabón es un alumno, y que en vez de tratarse de escultores se trata de profesores. Es una perspectiva distinta pero es la que a mí más me ha gustado y con la que me he sentido más identificada.
Todos tenemos un potencial que no podemos ni imaginárnoslo, sólo necesitamos creer en ello y que alguien nos dé ese "empujoncito". Es obvio que cada persona tiene su modo de pensar, cada uno puede estar situado en uno estadio distinto de los que estableció William Perry en su modelo del desarrollo epistemológico. Pero es lo de menos. Lo que es realmente importante es saber cuáles son las características de cada uno con el propósito de ayudar y de mejorar, de sacar ese potencial que tenemos escondido.
Es muy interesante volver a ver el vídeo pero con la idea de que en vez de una pastilla de jabón es un alumno, y que en vez de tratarse de escultores se trata de profesores. Es una perspectiva distinta pero es la que a mí más me ha gustado y con la que me he sentido más identificada.
Todos tenemos un potencial que no podemos ni imaginárnoslo, sólo necesitamos creer en ello y que alguien nos dé ese "empujoncito". Es obvio que cada persona tiene su modo de pensar, cada uno puede estar situado en uno estadio distinto de los que estableció William Perry en su modelo del desarrollo epistemológico. Pero es lo de menos. Lo que es realmente importante es saber cuáles son las características de cada uno con el propósito de ayudar y de mejorar, de sacar ese potencial que tenemos escondido.
Como en la película "Cadena de favores" todo el mundo puede contribuir con su granito de arena y poco a poco vamos a poder ver que eso que nos parecía insignificante es muy importante para los demás.
Mientras reflexionaba sobre esto he recordado que hay otro vídeo que realmente me conmovió y que me gustaría que lo vieseis porque realmente muestra que todos podemos hacer algo por otras personas, y que aunque no lo hagamos con la intención de que nos hagan a nosotros lo mismo al final la vida acaba devolviéndonos el favor.
No quiero añadir mucho más, porque quiero que cada uno saque su propia reflexión. Yo ya he comentado anteriormente mi posición. Y creo que dar y ayudar siempre es la mejor opción.
Simplemente quiero decir que he decidido poner este título porque creo que la última decisión la tenemos que tomar nosotros. Tenemos que elegir si queremos ayudar a otros o no, si queremos facilitarnos la vida mutuamente o si queremos ir cada uno mirándonos nuestro propio ombligo e ignorando lo que sucede a nuestro alrededor. Además, las palabras son muy bonitas, y es muy fácil decir una cosa y no llevarla a la acción, por lo que yo propongo que nos hagamos una autoevaluación haciéndonos la siguiente pregunta: "¿estoy haciendo algo para ayudar a otros y contribuir a que el mundo sea un lugar mejor?"
Simplemente quiero decir que he decidido poner este título porque creo que la última decisión la tenemos que tomar nosotros. Tenemos que elegir si queremos ayudar a otros o no, si queremos facilitarnos la vida mutuamente o si queremos ir cada uno mirándonos nuestro propio ombligo e ignorando lo que sucede a nuestro alrededor. Además, las palabras son muy bonitas, y es muy fácil decir una cosa y no llevarla a la acción, por lo que yo propongo que nos hagamos una autoevaluación haciéndonos la siguiente pregunta: "¿estoy haciendo algo para ayudar a otros y contribuir a que el mundo sea un lugar mejor?"
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